miércoles, 11 de diciembre de 2013

Método. I

El método hipotético-deductivo me obliga a combinar la reflexión racional (la formación de hipótesis y la deducción) con la observación empírica. En cristiano: Que mi teoría se basa en los hechos que conozco mezclados con los que la razón me otorga.

No he dejado de pensar en los muros una y otra vez y su afán por protegerlos. Veamos. Siguiendo la lógica y el método hipotético-deductivo, podemos averiguar lo siguiente: 
Personas importantes y con poder quieren protegerlos >> los muros son importantes >> ¿Por qué son importantes? >> Porque protegen personas >> ¿Único motivo? >> Posiblemente no. Posiblemente haya algo más detrás. Un objetivo secundario, sino la historia no tendría trama. Sigamos la hipótesis de que sí. Existe un segundo motivo. >> Cuando proteges algo, ¿por qué lo haces? >> Por que te importa >> ¿Qué es importante? >> Un secreto, por ejemplo, es algo importante. Y más en esta serie en la que todo son secretos. >> CONCLUSIÓN>>>  Los muros guardan algún secreto importante. Secreto segura/prácticamente conocido por los curas, por eso no quieren que sean tocados y, ni si quiera reparados. >> ¿Qué motivo? ¿Qué secreto? A simple vista, parecen muros normales. >> El secreto pues, ya que por fuera o a simple vista parecen normales, podría estar en el interior. >> Lo que nos lleva a preguntarnos de qué están echos >> ¿Materiales? Hablan de Dioses... Es extraño. En este punto empiezo a perderme.>> Lo que me lleva a la conclusión de que, cuanto más perdido estoy, más cerca está la respuesta pues, si no tuviera dudas: No sería un secreto. Como conclusión a esta parrafada saco en limpio que: 1. Los curas son malos. 2. Los muros guardan un secreto. 3. Un secreto que a simple vista no se ve. 4. Un secreto que, entonces, si mis deducciones son correctas, deberían estar en el interior de los muros. 

Aunque este teoría tiene un gran sesgo: 
Cuando el titan acorazado rompió el Muro María... Ese supuesto secreto quedaría a la luz del día, ¿no? No sé. Creo que en este punto se me cae la torre de naipes que conformaban mi teoría.

PD: Como autocrítica a mis deducciones y añadido al sesgo, decir que... Me parece algo bastante descabellado lo que he planteado y que no le encuentro mucho sentido. (?)

Existen tres partes con mis reflexiones, una es esta. Otra algo más descabellada y la tercera que simplemente es un hipotético final. Supongo que cuando me aburra, iré poniendo cosas.



lunes, 9 de diciembre de 2013

Sonrisa muerta


Estoy cansado de todo. Incluso de existir. He buscado muchas veces mi sonrisa entre las nubes pero soy incapaz de encontrarla en medio de esta tormenta depresiva. Estoy cansado de intentar llevar el timón de un barco llamado vida yo sólo y ver cómo poco a poco y sin saber bien por qué, mis marineros se tiran por la borda o, lo que es peor, se dedican a agujerear más y más el casco.
Estoy hundido, cansado. Quiero poner fin a mi vida de una vez por todas. Creía que podría encontrarle un atisbo de lógica, un mínimo de esperanza y ver tierra. Sin embargo, no he encontrado nada más que afilados arrecifes y bravas mareas.
He perdido mi porte. Camino doblado, agachado, tuerto de alma y espalda, con la mirada perdida y la boca seca. Con la sonrisa muerta en una esquina, agonizante. Hasta no hace mucho creí que podría sacarla del pozo en el que se había caído. Ahora me doy cuenta que la cuerda con la que lo intentaba era demasiado corta, débil.
Sin embargo, debo seguir mi camino. No podré fin a mi vida. Cometeré un acto más horrible si cabe: vivirla sin pasión, alegría o gozo. Simplemente viviré observando cómo en mi cara se dibujan arrugas y en mi corazón estrías de un infarto. Levantaré muros a mi alrededor, teñiré de negro mi interior y jamás volveré a sonreír con el alma en los labios. Se acabó. Esta libélula ha perdido su camino y ya no avanza ni retrocede. Simplemente ha hecho un parón eterno en su camino.

jueves, 4 de julio de 2013

Niebla

Me encuentro en una habitación prácticamente plateada y negra. Al fondo, la luna lo ocupa todo el ventanal y, justo en el centro de la estancia, una bañera de cristal negro. 

A los pocos segundos y, como si se tratase de una serpiente que sale al escuchar la dulce melodía de su encantador, Aren Ferenc Darvenwish aparece ante mí, desnudo, pues acaba de salir de lo más profundo de aquel pozo al infierno con forma de bañera, por lo que aparto la vista, azorado por tal perfecta visión.

-Veo que no te importuna entrar en mis aposentos sin avisar pero sí te avergüenza lo que puedas encontrar dentro. – resuelve, con el pelo completamente pegado a su cuerpo y el agua aún chorreando. Dibuja una media sonrisa en su esmaltada boca para, sutilmente acercar ambas manos a ambos lados del objeto más preciado de su anatomía- No muerde- canturrea-Tú también tienes una – acierta a decir- ¿De qué avergonzarse? Jajaja...- aquella sutil y casi inaudible risa picarona me molesta.

Entonces alza su pierna y sale de la bañera y, en cuanto pone un pie en el enmoquetado, su cuerpo comienza a vestirse mágicamente de abajo hacia arriba y su pelo se seca en un pestañeo, quedando perfectamente peinado.

-¿Sabes qué hago aquí?- inquiere- ¿Sabes acaso por qué puedes verme? ¿Olerme? ¿Tocarme?- dice tomando mi mano y acariciando su dorso suavemente. Yo le veo sin decir nada.

-Digamos que… un ser tan bello, con una esencia tan macabra, pérfida, regodeante y absolutamente perfecta como la mía no podía ser sólo… no puedo ser únicamente un mero objeto de diversión, entretenimiento y en ocasiones burla de un hombre tan deforme, así que simplemente, he decido dejar de no existir para volverme tangible. – me coge la quijada- ¿O acaso hay algo que Aren Darvenwish no pueda hacer? – inquiere enseñando una enorme sonrisa. - ¿Cómo yo iba a ser  un mero pensamiento, una mera declinación de una mente tan pobre que vive en un cuerpo tan asqueroso?- masculla con recelo divertido.

Ese adjetivo me recorre la espalda de arriba abajo y me hace enfurecer- Retira eso- le espeto con asco. – Te recuerdo que en mi mente sigue encerrado Silvanus Kettleburn y que en mi mano está el poder asesinarlo en cualquier momento.- le amenazo.

Él ríe.

-Ah, ¿sí? ¿Sabes acaso quien está ahora en mi mente? ¿Sabes quién no es más que un pensamiento mío y que al igual que tú con el pequeño, puedo asesinar en cualquier momento?-Chasquea los dedos y me sume en la oscuridad de su mente para enseñármelo, atado y encerrado en una de las más horribles celdas de su corrompida mente.- En efecto… Se han intercambiado las tornas- canturrea. - Así que ten mucho cuidado- dice cogiéndome una mejilla y ladeándola de derecha a izquierda. – El caso es que… - chasquea de nuevo los dedos para volver a la sala.

-No le hagas nada. – le amenazo.

-No está entre mis planes- dice automáticamente. –Ni se me había pasado por la cabeza. – Sonríe- Sólo quiero que vea y que sienta lo que yo he sentido todos estos años, encerrado en ese cuerpo. Eres incapaz de sentir mi impotencia. Encerrado en ese engendro -dice dibujando una mueca de verdadero asco y abrazándose de una forma muy teatral. – Yo no merecí eso... Qué tortura el verme al espejo…– dice con voz teatral y de falso gimoteo. Entonces, su rostro se desfigura en una oscura y terrible  sonrisa.- Ya he tomado todo lo que formaba su vida. Incluso su decrépito aspecto está guardado en mi mente ahora.

-¡DEJA DE REFERIRTE A ÉL DE ESE MODO!- chillo tirándole un cojín a la cara.

Cojín que se desintegra a medio camino.- ¿Por qué? ¿Acaso no es cierto? ¿O es que a ti te gustaba?- dice rodeándome- ¿Cómo qué? Ni mi alto intelecto es capaz de comprenderlo- canturrea- No ¿verdad? –Me agarra la quijada con extrema fuerza- admítelo.- Impera triunfante y con ojos de desquiciado.- Te da asco- ríe gravemente.

-¡ASCO ME DAS TÚ!- le espeto, con la cara aplastada de modo que mis labios sobresalen bastante.

-Ojojojo~- dice soltándome y dándose la vuelta para, pieza a pieza, volver a desnudarse por completo y, elegantemente, darse la vuelta para dejar su hombría muy cerca de mí. - ¿De verdad?- dice viéndome a los ojos- Porque yo diría que lo único que despierto en ti es absoluto y puro deseo. – acierta.

-N-no…- digo negando con la cabeza- ¡IDIOTA!

-Idiota~ gran palabra. Tan grande como mi orgullo- objeta.- Es… todo tuyo- dice agachando la cabeza y alzando una ceja, con interés.

-No necesito… eso…- digo asqueado.

-Quien lo diría- dice cogiendo mi mano y poniéndola en su parte más íntima- Esto es lo que has estado esperando toda tu vida, ¿verdad? – Mastica con orgullo y pretensión- Y es algo que eso nunca podrá darte- ríe jocoso.

Entonces me separa de él y vuelve a vestirse con calma, para luego, acuclillarse delante de mí y coger mi mano.- Ven conmigo- dice sincero. –Él ya no es nada… sólo yo existo ahora. – habla mientras frota su cara contra el dorso de mi mano, aspirando mi olor.- Será un placer tener su más preciada joya en mi haber. Será todo un honor…

Confundido y excitado, trago saliva y asiento lentamente con la cabeza, derrotado: lo he visto con mis propios ojos… ya no hay vuelta atrás, aunque aún estoy cargado de dudas e incertidumbre.


-…Perfecto…- dice apretando fuertemente su mano en la mía, hundiendo sus, de repente afiladísimas uñas en mi carne, que me arranca un horrible chillido de dolor y sufrimiento. El primero de muchos, por haber accedido a hundirme con él en su mundo de tinieblas.

viernes, 3 de mayo de 2013

Higurashi No Naku Koro Ni Kai

Sin una maldición, no existiría un Dios. 
El paso de una maldición conduce a ser temido. 
Ser temido conduce a ser venerado.
Ahora, ascenderé a ser un Dios.
Ahora soy Oyashiro-sama.


miércoles, 3 de abril de 2013

Vacaciones razonables.


Aquella tarde él y yo caminábamos por las calles de Barcelona. Yo acababa de tener una fuerte discusión con una mujer que lloraba desconsolada al ver cómo los Pasos de Semana Santa no podían salir debido a la intensa lluvia.
Caminaba con la cabeza hundida entre los hombros y las manos en los bolsillos, dando patadas fuertes a una lata de Pepsi que había tenido la mala suerte de toparse aquel día en mi camino.
-Si es que sigo sin entender a la gente, macho.- le dije molesto.- Es que si por mí fuera, quemaba todas las Iglesias y ningún Santo volvería a ver la luz del Sol nunca. Eso es de retrasados, que haya gente que tenga que ir al psicólogo porque un puto trozo de madera de mierda no pueda ser paseado por gente del PP. Es que me indigno.- dije escupiendo mis palabras, con rabia.
Él me miró con una sonrisa complaciente, pues sabía que sus siguientes palabras iban a desencadenar un nuevo debate entre nosotros. - Reconoce que tiene parte de razón en que tampoco era para decirle "y que se pudran los santos y se llenen de moho sus figuras y ardan y... Que a ver, que a mí me la sopla un rato que salgan o que no salgan- aclaró con una sonrisa y alzando los brazos, estirándose con modorra. 
Por mi parte, sabía que quería debatir sobre aquel tema. Se le veía en los ojos. Sin embargo, no me hizo ninguna gracia aquello. Siempre que discutíamos, acababa perdiendo yo, pues sus capacidades eran bastante superiores a las mías, sin embargo, estaba en mi meta ganar algún debate, por lo que no dudé en responder a su petición de discusión.
-Bah, el mundo sin religión habría sido un lugar precioso. Y no me arrepiento de lo que le dije a la gilipollas aquella.- mascullo entre dientes.
Él miró al cielo y habló en general.- A mí lo que me molesta es que, sabiendo que en estas fechas llueve todos los años se sorprendan y lloren y monten Cristos (y nunca mejor dicho) – dijo entre risas- y mientras en las noticias, “Oh. Llueve”. Tío, que cambien la fecha, coño- dijo entre risas. Sin embargo, preparó entonces una nueva acometida- Pero si quieres que respeten esa opinión tuya, respeta la de los demás que creen en la religión- dijo mirándome como si viese por encima de unas gafas.
-Pero…- reproché.
-Y no, no tiene nada que ver que a ti te parezca un sinsentido con respetar que a otra persona le parezca algo súper necesario- inquirió.
-Lo que pasa, es que yo puedo no respetarlos porque no estoy dentro de su club, sin embargo, su club se enorgullece de unos paradigmas los cuales sus súbditos deben seguir y cumplir, y hay que saber hacer frente a las críticas si de verdad la hipótesis de ese "club" es buena, sólida y resistente. – tomo aire- Sin embargo, si no son fieles a lo que defienden y a la primera ya caen en el insulto, poca credibilidad tienen sus palabras.-recalco, haciendo referencia al catolicismo y sus valores, recordando los insultos e improperios que me había dedicado aquella mujer.
-Estás equivocado ya de entrada-  sentenció- Precisamente por no ser de su "club" no tienes derecho a no respetarlo. Y de eso se trata el "tener credibilidad". Por supuesto que los religiosos faltan al respeto pero si nosotros nos quejamos de eso
¿Vamos a rebajarnos a hacer lo mismo que ellos?
-Si no soy de su club, no puedo no respetarlos, si soy de su club lógicamente tampoco puedo no respetarlos, si soy del club budista, como no soy de ese club, tampoco tengo derecho a no respetarlo. ¿Entonces? ¿Es la iglesia según tus palabras un organismo inirrespetable?- refuté, inventándome (creo) la última de mis palabras.
-Yo no hablo de la iglesia o la religión. Yo hablo del respeto a los demás. Tú puedes decir que a ti la religión te parecen habladurías y sinsentidos sin bases sólidas, pero eso es muy distinto de decir: y deberían pudrirse todos y joderse y quemar sus estatuas. Pues es muy distinto decir "me parece una bobada hacer una fiesta y un drama por sacar una figura a la calle", aunque a mí sí me parece un drama en cierto modo sabiendo que esas figuras valen un pastizal- rió, tranquilo, llevando las riendas de la discusión, cosa que me molestaba.  
-En mi caso, mi falta de respeto fue a un trozo de árbol tallado con forma de señor y pintado- gruño por lo bajo, pero entonces, frunzo el ceño: no puedo perder esta conversación. Me da igual. Ellos hacen alarde de unos valores y son los primeros en no cumprirlos. Yo no estoy bajo esos valores, ergo no tengo porqué cumplirlos, recuerda la peli de Old Boy: ¿Acaso por ser una bestia (en este caso sin valores, según ellos) no tengo derecho a vivir?
-¿Acaso por ser una bestia, tengo que comportarme como ellos esperan de mí?- canturreó- Tú no vives bajo sus valores porque los consideras hipócritas, pero… ¿te parece mal el "respetar al prójimo como a ti mismo"? Ya lejos de una reflexión religiosa, a nivel de comportamiento moral. Por supuesto que ellos son los primeros en tirarte a un río porque no defiendes sus "valores" (o mejor dicho sus tablas de repetición sin sentido), pero una de las cosas buenas de la razón es saber hacer frente a la religión desde el respeto, haciendo ver que, incluso fuera de sus ritos, tú eres mejor "cristiano" que ellos.
Cayo unos minutos, mientras paseamos tranquilos, viendo escaparates.
-La moral no la enseña la religión, mi comportamiento moral lo desarrollo yo, yo mismo y mi modo de vida. Una puta no se respeta a sí misma, sin embargo si respeta a su madre o hijo, ergo está inutilizando esa máxima del respeto. Sin embargo, ellos, que defienden ese "mandamiento" son los primeros en discriminar a putas y enfermos
-No te estoy diciendo que la moralidad te la de la religión. Te estoy diciendo que la mayoría de los escritos religiosos comulgan con un patrón bueno o respetable de moralidad de base. Patrón que al final casi ninguna religión respeta- él hizo una pausa de nuevo y se llevó la mano a la barbilla.- Una puta puede respetarse a sí misma perfectamente, creo yo.
-Entonces estas defendiendo la práctica de vender el cuerpo y, como buen letrado en ciencias, sabes que no existe una diferenciación entre cuerpo y alma, sino que es todo pura fisiología. Entonces, también estas defendiendo la venta del alma. De la persona en sí misma.
-El cuerpo es pura fisiología, pero la mente, a pesar de que trabaja con el cuerpo, es algo muy distinto, la mente es el "alma" porque es lo que nos permite diferenciar el bien del mal y todo eso. Una persona puede vender su cuerpo, asumir sus acciones y no sentirse por ello inferior a nadie
Pareció procesar y pensar en lo salido de mis labios.- Además, eso es pura demagogia. No estás diciendo en ningún momento lo que he dicho, sino que te estás inventando a base de hipótesis y divagaciones lo que quieres que crea que diga.
Él, impasible, continuó hablando - La religión cristiana te implanta una moralidad que tiene cosas como "honrarás a tu padre y a tu madre", "no matarás", "amarás al prójimo como a ti mismo", "no mentirás" sí, eso lo pone escrito en sus leyes, pero si tienes sentido común no hace falta que esté escrito para saber que eso es moral y socialmente correcto.
-Depende de la sociedad- dije alzando la voz. – Me explico: en Japón se suicidan a menudo porque no es pecado, existe la reencarnación, sin embargo es pecado grave el suicidio en el cristianismo. ¿Entonces? ¿qué hacemos? ¿A quién creemos? ¿Qué sociedad (que ya no religión) es la correcta? ¿Es moralmente correcto el suicidio? Un japonés te dirá que sí. Un español, no.
- Eso no tiene nada que ver con lo que hablamos. Cada persona puede creer respecto a eso qué es mejor o peor. Si a ti te parece que un suicidio es una solución digna, adelante, si te parece una solución cobarde, bien. – comentó inmutable, mientras esperábamos a que el semáforo se pusiera en verde.
Mientras cruzamos la carretera, yo divago y pienso mis siguientes palabras y, una vez acabado el paso de cebra, continúo hablando y razonando.- A un niño puedes enseñarle a que el color rojo se le llama azul y el azul recibe el nombre de rojo. Del mismo modo, puedes enseñarle que lo que está "mal" está "bien" y lo que es conocido como un acto "bueno" es algo "malo" Crearás un monstruo entonces, visto desde el punto de vista social. Entonces, ¿es un ser sin alma social? ¿estés diciendo que el alma es algo moldeable? ¿que no todos tenemos unanimidad en cuanto a valores? ¿Que si tú preguntases a toda esta gente de la calle si matar injustificadamente está bien, obtendrías respuestas varias y no una respuesta cargada de valores éticos? Si es así, creo que muchos filósofos te tirarían piedras.

-A mí Manuel Vaqueiro me parece más prostituta que una mujer que, por mantener a sus hijos, recurra a favores sexuales. Simplemente por sus valores – dijo riéndose, acordándose de aquel compañero con el que habíamos compartido juventud. Por lo visto aún seguía dándole vuelta a mi símil anterior y, al escuchar mi razonamiento sobre el niño, sonrió enormemente y me miró alzando las cejas, preparado para, de nuevo, volar mis intenciones.
-Lo que no saben los padres y se niegan a creer es que sus hijos cuando crecen pueden llegar a razonar y entonces aunque le digan que está bien matar pájaros ellos pueden llegar un día a casa y decir "No, no está bien matar pájaros, no creo que esté bien". Dices que eres un defensor y amante de Nietzsche, pero no haces más que eludir la responsabilidad del individuo.
Frunzo el ceño- Bueno, eso es lo que he hecho yo con mi frase inicial: "la gente que baila (llora) al matar pájaros (por no poder sacar los pasos) me parece una asesina (una gilipollas y retrógrada del siglo V) y no debería poder hacerse más" HE RAZONADO- chillo, ciertamente acalorado- según tu criterio ergo no tienes nada que reprocharme.
-Bien, pero una cosa no tiene nada que ver con la otra. Una persona puede razonar y escupirte a la cara, pero es más agradable (y creíble) una persona que razona tras haberte saludado educadamente.- Aclaró, caminando con una mano a la espalda y agarrándome la mía, para luego, tamborilear en su palma con sus fríos dedos.
Suspiro enorme y tristemente y me dejo caer en un banco cercano, quitando molesto su mano de la mía.- Perdí. Ya no llego a más. Me duele el cerebro- comento frotándome las sienes.
Él se sentó a mi lado y rió fuerte y claro.
-Es porque confundes unas cosas con las otras y entonces acabas divagando demasiado.- Aclaró corrigiéndome.- Sin embargo, ha sido un gran ejercicio- finiquitó.
Entonces me dio un par de palmaditas en la cabeza, con una enorme sonrisa.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Cuando las cigarras lloran. Higurashi no naku koro ni.

Esta es la primera vez que hago una reseña sobre un anime. 
Perdón.
Esta es la primera vez que hago una reseña sobre un anime que aún no he terminado de ver. 

Se trata de Higurashi No Naku Koro Ni, en cristiano: Cuando las cigarras lloran. 
Es un anime relativamente viejo ya, del 2002 o así.
Su trazo es brusco, poco detallista (lo que en ocasiones se agradece en mi caso por motivos que ya explicaré) y sus personajes no son muy "originales" en el sentido de que por norma, los protagonistas no se alejan demasiado de esa falsa dulzura y resultan ser perturbados mentales (jajaja).
No es un anime que te agrade por su dibujo, como ya dije anteriormente, como por ejemplo la pulcritud de Tamako Market o, sin ir más lejos, las nuevas temporadas de Pokemon. Sus efectos especiales y digitalización es más bien pobre, sin embargo, teniendo una antigüedad superior a la década (y teniendo en cuenta la velocidad con la que evolucionan las artes gráficas), yo no lo consideraría un hándicap en sí mismo. 
Pero, dejando atrás lo objetivo, palpable y criticable, llegamos al punto que de verdad es interesante, y no es la trama o historia propiamente dicha, sino: la forma en la que dicha trama o historia está contada. 
Generalmente cuando se escribe una historia en la que los protagonistas son varios por ejemplo, se suele recurrir a contar la trama principal desde los distintos puntos de vista de cada personaje (como se puede ver en la película "La verdadera historia de Caperucita Roja" una película de animación pésima pero que en este momento sirve para ilustrar mi ejemplo perfectamente. 
Sin embargo, esta obra maestra absorbe e inunda al espectador de dudas desde el minuto cero y ninguna o casi ninguna es resuelta ni siquiera conforme los capítulos avanzan. Al contrario. 
Los autores de este anime supieron no solo crear un ambiente caótico al jugar con el concepto del tiempo y del espacio, sino que este mismo juego forma parte de la trama. A todo ello, hay un factor que se repite en todos y cada uno de los capítulos varias veces sin excepción y es, sin ir más lejos, la continua referencia a la religión. Una religión, en este caso, vengadora, sádica y cruel. 
Juega también con las clases sociales, el poder, el secretismo, las influencias, los mayores, el dinero, e incluso con la inocencia, mezclandolo todo en un torbellino de tal calibre que personalmente no me extrañaría que existiese gente que la haya plantado por la mitad, al ver semejante montaña entrópica de información.
Higurashi no Naku Koro ni es un inmenso puzzle en el que a cada capítulo se colocan un par de piezas nuevas y, tú, inocente, crees que lo terminarás algún día. Sin embargo, a cada pieza que colocas, descubres debajo diez nuevas que carecen de sentido alguno.

La policía. Es un elemento tan constante como el de la religión y que, sin embargo, realiza su función a la perfección. Sin embargo, parece poseer ciertas tonalidades de bondad o crueldad dependiendo a qué altura del anime nos encontremos. 
Drama, horror, misterio, gore, thriller psicológico, suspense... llamadle como queráis. No va a ser más llevadero por eso.
Yo, sin embargo lo consideraría un anime "visceral" con el fin de jugar con el doble sentido. Por una parte (y otorgándole el significado más evidente de la palabra) visceral porque alcanza unos niveles de crueldad y de muerte gratuita espantosos, sin embargo, juega también con nuestra sensibilidad, es decir, se ven las acciones pero no los actos en sí mismos y por otra parte, visceral por la parte psicológica de los personajes. 
Se puede ver cómo todos y cada uno de ellos degenera hasta la más increíble locura, en la que se puede ver perfectamente su sufrimiento, su desequilibrio, todo perfectamente representado en la "crueldad" de sus rostros exageradamente desencajados y en sus gritos desgarradores, todo ello con la contraposición de las sonrisas, la inocencia de los niños y jóvenes, juegos, fiestas y tardes al sol en una villa típica japonesa de los años ochenta. 

Al no hacer referencia a la trama (pues yo no soy la Wikipedia, en donde podréis haceros todos los Spoilers que queráis), se hace difícil dar más datos o exprimir más esta maravilla. 

Sólo he hablado de la primera temporada. Pronto comenzaré con la segunda, luego la tercera y luego la cuarta. Sólo espero que tenga la suficiente energía como para no caer víctima de Oyashiro-sama y su entrópico Junio de 1983.

domingo, 17 de marzo de 2013

Gracias. A vosotros y a los que faltan.

Vicky
Ana
Bea
Pilar
Don Carlos
Lourdes
Rodrigo
César
Don Miguel
Don Jorge
Cándido
Mercedes
Don Pablo
Don Álvaro
Juan
María
Javi
Manolo
Leo
Montse 
Jorge 

viernes, 1 de marzo de 2013

Aquellos ojos verdes a los que no estaba acostumbrado.


Pensaba que se lo iba a pasar peor de lo que en realmente creía, pues la gente de su clase parecía otra fuera de esta. Estaban todos contentos, felices y él, con una enorme sonrisa de oreja a oreja. Una de esas que ya casi nunca le salían. No tenía muy claro el porqué, pero así era.
Cenaron, tomaron tarta y de dieron sus regalos a la cumpleañera. Luego bebieron y, en el transcurso de todos aquellos actos, no se dio cuanta (o por lo menos así aparentaba hacerlo) de que un par de ojos verdes - que no eran los ojos verdes a los que estaba acostumbrado- no le quitaban la vista de encima en ningún momento.
Al final, después de terminarse una botella Orujo él solito - cosa que no volverá a hacer- decidió sentarse en el sofá para descansar un poco. Acto seguido, aquellos ojos verdes se sentaron a su lado. No eran los ojos verdes a los que estaba acostumbrado, sin embargo, no le parecieron feos e incluso enternecedores. 
Sonrió y habló tanto, que creyó perder la noción del tiempo. Por él, podría acabarse el mundo y que todos los diablos subiesen de los avernos y se produjese el fin del mundo (que por algo era la única noche en la que el Trono del Vaticano estaba vacío. ¿Qué mejor momento?
Y, entre deseos de que el tiempo se parase ante aquellos ojos verdes que, aunque no eran los ojos a los que estaba acostumbrado, también eran bonitos. ¿Quizá más? Quizá más. 

Alguien gritó entonces que se irían en veinte minutos a bailar, por lo que decidió que sería mejor ir al cuarto de baño ahora, ya que luego, las colas formadas por todas aquellas señoritas para un sólo baño, iba a ser de campeonato. 
Sonrió y se disculpó, para dirigirse al baño, pero cuando lo hizo, sintió un gran mareo debido a todo el licor ingerido y aquellos ojos verdes extendieron una mano alrededor de su cintura para, con una sonrisa amable que brillaba desde las alturas, ayudarme a llegar al baño. 

Le di las gracias por el pasillo y sus ojos verdes sonrieron. No sonreían como los ojos verdes a los que estaba acostumbrado, pero estos tampoco sonreían de una manera desagradable.

Ambos entraron y él se vio al espejo.
- Mira, mira qué mal aspecto tengo. No debería haber bebido tanto.
-Tonterías- respondieron los ojos verdes.- Una noche es una noche. - Rió frotándole con fuerza la cabeza hacia abajo.
-¡Para! vas a despeinarme- le regañó sonriente, más como un juego que como una reprimenda. 

Los ojos verdes fueron, en aquella ocasión, tan pillos como los que el, - ahora despeinado joven- conocía, pues se habían encargado de cerrar la puerta con tal astucia y sutileza, que, - en el estado del que entonces se peinaba- le fue imposible darse cuenta. 
-Ea, ya estás guapo- dijeron.
-Yo siempre lo fui, por favor- dijo él, de forma divertida y sonriendo.
-Sí. Siempre lo fuiste- los ojos verdes lo dijeron bajo, incluso ciertamente (por qué no decirlo) sonrojados o eso es lo que le pareció, pues poco pudo ver, ya que aquellos labios de ojos verdes se posaron en los suyos.
Se quedó quieto. No se lanzó, pero tampoco se dejó llevar. Simplemente se quedó quieto. Quieto y con las manos temblando como si de flanes en las oficinas japonesas el once de Marzo del 2011 se tratasen.

Los ojos verdes le dejaron tomar aire a cambio de tomar sus manos y aquellos ojos verdes extraños pero a la vez familiares las guiaron: una al pecho de su camisa y otra a aquel cinturón de dura y férrea hebilla que aguardaba "aquello". 
También duro. 

Agachó la cabeza. Si no hubiese el ruido de la música de fondo, se podrían haber escuchado a la perfección el castañeo de sus dientes, de verdadero pánico, pero sobre todo: indecisión. 
Volvió a verlo rápido de arriba abajo y a analizar la situación. 
¿Para qué engañarse? Eran los ojos verdes que, si no fuesen por aquellos que ya hacía más de un año que lo habían cautivado, habrían sido los primeros y no unos a los que no estaba acostumbrado. 
Eran... los ojos más perfectos que jamás volvería a tener tan cerca. Él y sus ojos podrían haber sido -casi- la perfección echa pareja. Sin embargo, ese pensamiento le asustó y apartó la mano de su pecho como si quemase. 
-No... no creo que... es que estoy nervioso...- dijo muy bajito, mordiéndose el labio inferior con furia para que se le cayesen gotas de sangre y no lágrimas. 
Pudo ver aquella sonrisa cálida y serena antes de que hablase.- No pasa nada. Yo te ayudo- dijeron aquellos ojos verdes, tan calmados como de costumbre. Con una habilidad que le dejó pasmado y le hizo negar de incredulidad con la cabeza, dejo libre su esencia y él replegó sus manos y sus codos hacia su tronco, con la cabeza gacha, no viéndole a él sino sus pies, intentando evitar lo inevitable, sin poder no verlo. 
Tragó saliva y se sintió como si estuviese admirando la mayor obra de arte del mundo.
Sus lágrimas ya no aguantaron más y acabó por sollozar en silencio. Sollozos que dieron paso a lamentos internos, exteriorizados como enormes lagrimones, cargados de rabia, desesperación y alcohol.
-Venga- dijeron sus ojos, mientras sus manos se posaron en sendas nalgas del joven lloroso. Pudo ver cómo sus ojos se mordieron con desesperación ante el tacto del joven.

-No puedo... de verdad... lo siento. No puedo- acertó a decir entre sollozos. - Es que tengo... no puedo- repitió ya extasiado, hundido en lágrimas. 

Sus ojos suspiraron resignados, pero pese a todo, no dejaban de mostrar aquella sonrisa amable. - Bueno. No pasa nada entonces- dijo arreglándose la ropa.- Tranquilo, ¿vale?
Entonces le abrazó entre sus brazos y por primera vez se sintió pequeño. Había olvidado lo que era aquella sensación y su corazón se desencogió, para disfrutar de aquel abrazo que sí aceptó. 
-Perdóname- dijeron ambos al unísono. Lo que les arrancó a ambos una sonrisa debido a la casualidad de sus palabras.

Al final le secó las lágrimas y remató con un beso en la frente, con sus manos a cada lado de su sien y sonriendo.- Bueno, vamos a disfrutar del resto de la noche, ¿vale?- dijeron sus ojos verdes. Aquellos ojos verdes que ya no sabía de quien eran, si eran los primeros, los segundos o simplemente unos ojos verdes a los que no estaba acostumbrado. 

-Vale- dijo con una sonrisa. 


miércoles, 27 de febrero de 2013

Espérame en el cielo. Antonio Machín.


                                                                                    Ya doblan las campanas
                                                                                          se llevan a mi amor

y en mi pecho hace nido

la desesperación

                                                                                        Espérame en el cielo
                                                                                           cariñito adorado
                                                                                    que si Dios te ha llevado
                                                                                         fiel te juro ser yo

                                                                                         Si no fuese pecado
                                                                                          segaría mi vida
                                                                                      y así estar a tu lado 
                                                                                        junto a tu corazón

                                                                                     Espérame en el cielo
                                                                                     rogando por mi adiós
                                                                                  para que pronto estemos 
                                                                                      juntos allí los dos

                                                                                       Si no fuese pecado
                                                                                        segaría mi vida
                                                                                    y así estar a tu lado 
                                                                                      junto a tu corazón

                                                                                    Espérame en el cielo
                                                                                    rogando por mi adiós
                                                                                 para que pronto estemos 
                                                                                       juntos allí los dos




martes, 26 de febrero de 2013

Osama Bin Laden ganó a EEUU con su muerte. El Profeta XV

Españoles. Osama Bin Laden ha muerto. Viva Estados Unidos. 

Si vivís en la Luna y todavía no os habéis enterado de este hecho o en vuestro foro interno seguís negando tan cruda realidad, yo os lo confirmo: Las Fuerzas Especiales de Estados Unidos han asesinado a Osama Bin Laden y después han tomado posesión del cuerpo. (Yo prefiero no pensar a qué se refieren con eso de tomar posesión del cuerpo).
En todo caso, a las cinco de la mañana del 2 de Mayo del 2012, Obama comparecía ante televisiones de todo el mundo para dar el siguiente mensaje:
"Se ha hecho justicia"
Personalmente yo no habría sido tan tajante, sobre todo cuando mi enemigo puede estar viéndome, no me apetece avivar sus ansias de venganza y menos aún si mi enemigo es un grupo terrorista musulmán extremista      que ya ha demostrado que puede causar grandes daños a mi país. 
Pero bueno, supongo que será su punto de vista - y el de todos los americanos- La lástima es que no vean lo que hay detrás de este asesinato (aunque también podríamos llamarlo "acción electoral").
Pensemos esto fríamente. 
Tenemos, como ya he dicho, un grupo terrorista suicida y que no atiende a razones. Su líder, cabeza visible de la organización, se ve obligado a esconderse para salvar la vida, lo cual, limita su capacidad de acción.

Puede que no sea un gran estratega, pero a raíz de toda la literatura épica de la que me he nutrido a lo largo de toda mi vida, tengo claro lo siguiente:
"Si capturamos a un rehén limitaremos la capacidad de acción del enemigo"
... Sin embargo:
"Si el enemigo no tiene nada que perder, va a haber represalias"

Y ESTO, señores y señoras, es de sentido común. No hace falta ser muy listo. ¿Qué conclusión sacamos de todo esto?
Tenemos por un lado, a un país que está celebrando un asesinato como si se tratase de una fiesta nacional y, por mucho que Obama diga lo contrario, fomentando el odio hacia el Islam. Se justifica cualquier venganza con la Pena Capital, devaluando la vida humana y dando a entender que es lícita la tan archiconocida Ley del Talión. 
Por otra parte, tenemos a Al-Qaeda descabezada pero posiblemente ya preparada para este momento y con un nuevo líder ya elegido, una persona anónima que no tendrá reparos en volar a América desde Canadá hasta Chile (por motivos más tontos empezó la Primera Guerra Mundial). Así mismo, ya tienen a su mártir, a su Cid Campeador, que hará más daño muerto  que vivo. Un mártir es un arma muy poderosa, más  que cualquier misil o cualquier bomba, un mártir justifica cualquier causa, por absurda que sea. Antes era un hombre atrapado en una cueva, escondido como una rata. Ahora es una inspiración. Un ideal. 
Y los ideales son más peligroso que las ratas.


En último lugar, el presidente que llegó al poder con el grito de: "Stop the War" y que es Premio Nobel de la Paz, recupera su popularidad perdida con una violenta acción militar. 

¿Tan cegados están los americanos por el odio como para no darse cuenta de esto? Parece que sí. 
Sacad vuestras propias conclusiones.
Os dejo una pregunta para que reflexionéis. 
¿Han quedado vengados también el 11-M y el 7-J? ¿O eso sólo funciona con los americanos?

jueves, 21 de febrero de 2013

Pedacitos de papel.

Voy a destrozar 
tu recuerdo en pedacitos de papel. 
Y luego voy a soplar sobre ellos 
para que se confundan con el cielo. 
Tengo que dejar de hacer estupideces 
cuando salgo a pasear. 
Y tengo que llevar paraguas cuando llueve 
y no saltar en cada charco, 
como cuando estabas tú. 

Si supieras 
cuánto tiempo gasto al día para no pensar en ti. 
Si supieras 
cuánto daño me hace tu sonrisa en mi cabeza. 
Si supieras 
cuánto tiempo gasto al día para no pensar en ti. 
Si supieras 
cuánto daño me hace tu sonrisa en mi cabeza. 

Y ahora que sé 
que no intereso a tus caricias, 
cómo pude demostrarle a tu ironía 
que mi vida sin tus huesos era infierno. 
Y yo aún estoy 
colgada de aquel día que miraste atrás 
y luego tú, sin un quiebro en tu 
voz, 
me dijiste adiós. 

Y todavía gasto tiempo tratando de inventar 
una manera de quitarle el polvo a la oscuridad 

Rosas negras.

[SIN ACABAR]

Abres las puertas oxidadas del enorme jardín. Pesan, casi tanto como tú, pero pese a todo, no cesas en tu empuje y logras apartarlas no sin, por supuesto, un agónico y perezoso chirrido.
Deben ser las doce de la noche, y la luna baña lo que fue el jardín más hermoso nunca visto.

En él únicamente había un tipo de planta. Rosales. Rosales tan antiguos como el tiempo mismo, cargados de espinas, ahora envenenadas pero que en algún momento estuvieron repletas de picante pasión y cargadas de  risas que se clavaban en lo más profundo del cerebro, ahora, sin embargo, te acercas a una de ellas y lo único que rezuma de las enormes espinas negras, no es más que cierto jugo amargo y cargado de reproche, ciertamente venenoso y, que si te fijas, huele un poco a hiel.

El silencio es tal que embriaga. Te llevas una mano al pecho, apesumbrado por semejante visión y porqué no: miedo.
Sin embargo, el viento decide acariciarte la cara y refrescarte. Suspiras y sigues caminando por aquel jardín oscuro, negro y muerto.

lunes, 18 de febrero de 2013

Y por esto eres el hombre de mi vida.


[...] Lo más que podría hacer sería serte sincero y decirte que te adoro y te quiero como creo que no he querido antes a pesar de que hablen de que el primer amor es el que no se olvida. Porque a ese le tuve miedo, pero de este estoy disfrutando totalmente porque he conseguido confiar en alguien hasta el punto de dejarme en sus manos por completo. Por supuesto me entristecería mucho, pero no el hecho de que te metieras con otro en la cama, sino el hecho de que ya no fuera yo a quien quisieras y quien tiene que hacerte reír y sentir bien o ayudarte a superar miedos y obstáculos. Sin embargo, si eso fuese así, preferiría ver con envidia al otro tipo a estar contigo mientras tú te frustras porque ya no soy la persona que quieres. [...]

martes, 15 de enero de 2013

La pandilla


La yonka vegetariana
La txchapona gritona
El hombre con mujer pero no novia
La fumetas lesbiana
______________
El uke llorón
El seme sereno
La del PP
Ramón
La  aspiradora de alimentos
La niña que solo canta en japonés
El chico Trenk
El troll de marca registrada
Y su novia. 

lunes, 14 de enero de 2013

Perdón en una tarde de verano.


Tumbados ambos en cama. Llevamos un par de días de este verano fantástico un poco tocados. Me acuerdo que el sol golpeaba con bastante fuerza mi escritorio, mientras, nosotros, mirándonos, con la cara aplastada en la almohada. 
Ninguno de los dos se atrevía a hablar mucho, y es que yo quería meter voluntariamente la cabeza en la guillotina, quería pagar para jugar en regional en vez de nacional y por supuesto, ni siquiera yo mismo lo concebía como un acto de adaptación al medio, sino todo lo contrario. 

Simplemente estaba perdido y le veía y sentía una presión en el pecho horrible, como si delante de mi tuviese  al ser mas horripilante, funde vidas, revienta morales. Como si delante de mi tuviese a un verdadero monstruo. 
Un monstruo que me miraba con sus ojos profundos, intentando escrutar algo en los míos. Esos ojos verdes de monstruo que me capturaron un día y que nunca  podré dejar de ver. 

En una situación como aquella en la que tenía dos caminos abiertos que siempre me recordarán a la división de caminos de la película de La Bella y la Bestia en la que mis sentimientos eran Maurice y mi razón Phillipe. 

El silencio se hizo reina de la habitación y yo, simplemente, no era capaz de articular palabra. Él me abrazó. 

-Perdón por habértelo echo- musitó entre dientes y luego, teniendo mi cabeza entre sus brazos, rompió a llorar en silencio. 

lunes, 7 de enero de 2013

El reflejo del cubo de madera

¿Qué ves?
Me veo a mi
¿Y bien? ¿Qué tienes que decir? No seas tan escueto, hombre- dice dándome una palmadita en el hombro, a lo que yo sonreí nervioso, moviendo los ojos de un lado a otro. ¿Para qué habré venido aquí -Venga, asómate más y dime qué es lo que ves- dijo serio, pero complaciente y compasivo al mismo tiempo. 
-Bueno...- me asomo y vuelve a aparecer un chico. Soy yo. 
-Pues veo a un chico.- digo con monotonía.- Tiene diecinueve años y nació el veintinueve de Junio de 1993. ¿Ya? ¿Puedo irme?- comento molesto. 
-Oh oh oh... me defraudas...- dice el hombre con voz ronca, ya u poco más seca que al principio.- Bueno, no voy a obligarte a seguir viendo, la puerta está detrás de ti, pero... ¿porqué no vuelves a intentarlo? ¿Eh?- pregunta con cierto brillo de súplica en los ojos, dándome un amistoso golpecito en la mejilla con sus nudillos.
-Oh, venga, está bien, pero que seas que eres un viejo insoportable- dijo asqueado, apartando la trayectoria de su mano de mi camino, para volver a asomarme, para que, en aquella superficie volviese a aparecer mi reflejo, tambaleante como el más dulce flan. 
-Es un joven- repito- tiene diecinueve años, veinte dentro de poco y tiene toda la pinta de ser yo. Tiene el pelo castaño oscuro, prácticamente negro pero parece querer luchar contra este echo, pues ¿ves? tiene marcas de haberse oxigenado el pelo- digo descendiendo uno de mis dedos hasta el reflejo de mi pelo, bajo la atenta mirada del viejo que entorna los ojos y sonríe.
Pestañeo un par de veces al ver que el reflejo de mi no se ha movido como hasta ahora siempre lo había echo al mover mi mano hacia el, sino que simplemente se quedó mirándome, sin imitar mis movimientos. Ante este extraño suceso, lo veo fugazmente con dudas y una mirada más que penetrante, pero por alguna extraña razón lo dejo estar.
-Tsk... el caso... - mascullo- es que le gustaría tener el pelo claro, así que esa es la única manera duradera de conseguirlo- Continúo con el análisis del chico-yo que estoy viendo- Tiene unos ojos normales y corrientes. Me acuerdo que cuando era pequeño, se metían mucho con el porque los chicos de su clase decían que tenía los ojos separados como un sapo. -Reí amargamente- También le llamaban alien y cosas por el estilo. 
Entonces sonrío- ¿Ves? La nariz, la nariz le gusta bastante- entonces mi reflejo sonríe durante unos segundos y asiente, para luego volver a quedarse estático, como escuchando atentamente al igual que el viejo. Ante este nuevo y mágico suceso, vuelvo a ver al señor con afán de preguntarla qué clase de magia es aquella, pero el me calla con un dedo en su boca y señala con la otra a la superficie en la que se refleja la imagen de mi reflejo- continúa, que lo estabas haciendo bien- me apremia.
Yo me encojo de hombros. 
-Doce años de ortodoncia- comento encogiéndome de hombros- Ha sido un alto precio, pero... bueno, supongo que ha valido la pena. Tiene pecas, pero bastante sutiles, excepto cuando iba a la playa de pequeño, que se dejaban ver más, aunque parece que hace un par de años que ha abandonado ese soleado lugar en pos de otros...- entonces detrás de mi reflejo, aparecen imágenes que van y vienen de mi infancia, en la playa, el sol, las olas, peces... para luego irse difuminando poco a poco- Realmente le gusta la playa.
Entonces vuelvo a mi cara y sonrío. -Se cortó las pestañas- Se cortó las pestañas cuando era pequeño. ¿Te parece normal?- pregunto al señor con mis palabras envueltas en una capa de ligeras carcajadas y entonces mi yo del reflejo se ríe en silencio, sin poder emitir ningún sonido. 
-No, muy normal no es- comenta el hombre frotándome la espalda animosamente. 
-Y bueno, es propenso a tener granos, aunque intenta cuidarlos lo más que puede... 
-Y ya. - digo alzándome de mi posición inclinada- ya está¿ no? Ya te he dicho lo que veo, si me disculpas...-comento mientras me separo del lugar.
-Ah, ah, no, no te vayas todavía... ahora queda... lo más interesante.- dice agarrándome de la crisma y empujándome con fuerza, dejando mi nariz pegada casi a mi nariz del reflejo, el cual se asusta y pega un grito mudo al creer que me iba a empotrar contra él.
-¡Oiga! ¡Suélteme!- digo enfadado.
-¡Dí lo que ves!- dice molesto y con esfuerzo el viejo.
Entonces trago saliva y clavo mi vista el la mía reflejada y se produce un silencio incómodo que el anciano rompe- No vale solo describir por fuera... el interior... eso es lo que de verdad importa. - dice con voz ronca, voz que retumba y se pierde entre la tela de la carpa de feria, violeta rosa y negra con tonos púrpuras oscuros que en más de una ocasión me pareció que se movían. 
Trago saliva e intento entrar en mi a través de mis propios ojos, que serios, me miran a mi. 
-Es... es celoso- digo con un hilo de voz.- Es celoso y envidia la vida de casi todo el mundo, eso le convierte en egoísta, muy egoísta, pues quiere ser y tener como los demás, pero sin embargo, no se le suele notar mucho, con los años y una buena dosis de represión y de hipocresía, ha conseguido esconder sus peticiones y deseos en lo más profundo de su ser- paro y pestañeo bastante. El hombre me clava sus uñas en la parte de atrás de mi cabeza, animándome a continuar y mientras, mi reflejo frunce el ceño y detrás de él empiezan a aparecer objetos y deseos que nunca tuvo y que siempre deseó.- Es malo... es cruel y sádico- digo extrañado, al ver bastante maldad escondida tras sus dulces ojos- pero parece que la esconde muy bien... por norma... parece ser amigable tímido y sobre todo asustadizo. 
A mi reflejo le da un escalofrío. -Si, realmente tiene miedo a casi todo. A tomar decisiones importantes, por ejemplo, a sus padres y a... ¿qué? a una especie de seres pequeñitos de largo pelo blanco y sonrisa perpetuamente macabra, con ojos desorbitados y... ¿este tío está loco? 

[...]continuará