jueves, 12 de julio de 2012

El melocotonero

-Maestro, Maestro, tengo muy malas noticias.
-Ay, Shifu, solo hay noticias, no son buenas ni malas.
-Maestro, tu visión se ha cumplido: Tai Lun se ha escapado de la prisión y viene hacia aquí.
-Esa es una mala noticia, si no confías en que el Guerrero del Dragón pueda detenerlo.
-¿Ese Panda? Maestro, ese Panda no es el Guerrero del Dragón. Ni siquiera debería estar aquí. Fue un accidente.
-No existen los accidentes.
-Ah... lo sé, eso ya lo has dicho... dos veces.
-Bueno, eso tampoco ha sido por accidente.
-Tres.
-Mi viejo amigo... el Panda jamás afrontará su destino ni tampoco tu el tuyo hasta que abandones la ilusión del control. 
-¿Ilusión?
-Ah... Shifu, mira este árbol. Yo no puedo hacer que florezca cuando me plazca, ni puedo obligarle a que de frutos antes de tiempo.
-Pero hay cosas que podemos controlar. Puedo controlar la caída del fruto. Puedo controlar donde plantar la semilla. Eso no es una ilusión, Maestro. 
-Ah... sí. Pero hagas lo que hagas, esa semilla se convertirá en un melocotonero, tu podrás desear una pera o una naranja, pero te dará un melocotón. 
-Pero un melocotón no puede derrotar a Tai Lun.
-A lo mejor sí que pude, si estás dispuesto a guiarle, a educarle, a creer en él.
-Pero ¿cómo...? ¿Cómo? Necesito tu ayuda, Maestro. 
-No. Lo que necesitas es creer. Prométemelo Shifu, prométeme que creerás.
-Lo... lo intentaré.
-Bien. Mi hora ha llegado. Deberás proseguir tu viaje, sin mí. 
-Qu-qué.... que... que ¡No! Maestro, ¡No me dejes!
-Debes creer
-¡Maestro!



Fragmento de la película Kung Fu Panda que adoro. Me gusta mucho esta peli y tiene partes muy buenas.